Calvin Klein
Three Witches
Variedades
"They had a ball"
Four Weddings and a Funeral
Matt.22:2
"The kingdom of heaven is like unto a certain king, which made a marriage for his son,"
Henry Daniel Chadwick (British 1879 – 1896), “The Three Witches”
English painter. Macbeth meeting the old hags as they cast a spell over their boiling cauldron saying Bubble, bubble toil and trouble. Scene in Shakespeare’s play first performed in c1606. Oil on canvas.The Three Witches of Macbeth have inspired several painters over the years who have sought to capture the supernatural darkness surrounding Macbeth’s encounters with them.A man of secretive character, Henry Chadwick lived in London but frequently changed his address. He painted figure compositions and portraits as well as some architectural views and seascapes. He exhibited in London at the Royal Academy and the Suffolk Street Gallery between 1879 and 1896
Four Weddings and a Funeral
Chess: "Calvin Klein" "Three Witches" "Variedades" "They had a ball" "Four Weddings and a Funeral"
Jorge Luis Borges: Variación
Doy gracias a la luna por ser la luna, a los peces por ser los peces, a la piedra imán por ser el imán.
Doy gracias por aquel Alonso Quijano que, a fuer de crédulo lector, logró ser don Quijote.
Doy gracias por la torre de Babel, que nos ha dado la diversidad de las lenguas.
Doy gracias por la vasta bondad que inunda como el aire la tierra y por la belleza que acecha.
Doy gracias por aquel viejo asesino, que en una habitación desmantelada de la calle Cabrera, me dio una naranja y me dijo: "No me gusta que la gente salga de mi casa con las manos vacías". Serían las doce de la noche y no nos vimos más.
Doy gracias por el mar, que nos ha deparado la Odisea.
Doy gracias por un árbol en Santa Fe y por un árbol en Wisconsin.
Doy gracias a De Quincey por haber sido, a despecho del opio o por virtud del opio, De Quincey.
Doy gracias por los labios que no he besado, por las ciudades que no he visto.
Doy gracias a las mujeres que me han dejado o que yo he dejado, lo mismo da.
Doy gracias por el sueño en el que me pierdo, como en aquel abismo
en que los astros no conocían su camino.
Doy gracias por aquella señora anciana que, con la voz muy tenue, dijo a quienes rodeaban su agonía "Dejenmé morir tranquila" y después la mala palabra, que por única vez le oímos decir.
Doy gracias por las dos rectas espadas que Mansilla y Borges cambiaron,
en la víspera de una de sus batallas.
Doy gracias por la muerte de mi conciencia y por la muerte de mi carne.
Sólo un hombre a quien no le queda otra cosa que el universo pudo haber escrito estas líneas.
No comments:
Post a Comment